Campaña electoral: una experiencia de aula



En mis clases de Filosofía estamos viendo el tema de la política y se me ocurrió pedirles a mis alumnos (dos grupos de 1º de Bachillerato) que crearan un partido político y después realizaran una campaña electoral en toda regla. Cada equipo formaría un partido político. El objetivo era conocer y valorar de manera crítica el sistema democrático parlamentario y las reglas del juego electoral. Ellos mismos se han convertido durante un par de semanas en un partido político, con candidato, directores de campaña, militantes, mítines y elecciones.




Una vez hechos los equipos -3 en un grupo de 1º de Bachillerato y 2 en otro-, ellos mismos se repartieron los roles:

- Candidato. 
- Director de campaña. 
- Jefe de comunicación. 
- Publicidad virtual (webs, redes sociales,...)
- Publicidad física (folletos, carteles,...)

El director de campaña se coordina con el profesor para dudas, problemas de organización, fotocopias,... Cada dos días el director de campaña debía enviarme los materiales y decisiones que hubieran tomado. Para ello utilizamos Edmodo, una plataforma virtual.

Una vez repartidos los roles, el director de campaña coordina y modera las reuniones del equipo junto al candidato. Es entonces cuando deben entre todos redactar el programa político. Primero, una lluvia de ideas, después un borrador y por último el texto definitivo.



El proyecto político debía estar dividido en cuatro apartados: 

- Calidad democrática.
- Política económica
Política educativa.
Política sanitaria.

El siguiente paso, tras editar el proyecto político, era publicitarse, dar a conocer el partido y sus ideas, fidelizar votos entre sus compañeros (solo votarían los alumnos de 1º de Bachillerato). Para esta labor era necesario poner en funcionamiento todas sus habilidades tecnológicas: blogs, redes sociales, cartelería, folletos,...

Utilizaron internet para difundir su candidatura:

- Fotos de promoción:










- Vídeos electorales:






- Espacios en Twitter: 

@PED_2013


@PSDJuvenil


@Lavozdelfuturoo


@PSEstudiantil


@PartidoPes


- Espacios en Facebook: 

http://www.facebook.com/peducacional.socialista


http://www.facebook.com/psdj.psdj.7




- Blogs de campaña: 

http://filosofiaped.blogspot.com.es
http://ppestuadiantilmasaporteymenosrecortes.blogspot.com.es
http://partidoeducacionalsocialista.blogspot.com.es

- Carteles electorales:








La campaña comenzó el día 19 de mayo y terminó el 29. Los días 30 y 31 votaron entre los 5 candidatos propuestos.

Solo les puse como limitación que se respetaran entre ellos y respetaran también las reglas y valores de la democracia. No podían proponer un partido totalitario o contrario a derechos y deberes constitucionales. Por lo demás, tenían carta blanca. No les coaccioné ni dí pistas de por dónde podían enfocar la ideología de su partido. 

Este punto de partida es muy importante, ya que mi objetivo era sacar a la luz los prejuicios, los clichés ideológicos, extraídos de los medios o la voz popular, así como dejar también que salieran de ellos mismos las ideas sobre cómo mejorar la sociedad. Tanto en las imágenes como los vídeos y programas políticos se trasluce parte de nuestra realidad política, la imagen externa que los propios partidos transmiten al ciudadano, en ocasiones amplificada por la imaginación de los alumnos.

Ni qué decir tiene que otro objetivo esencial era el trabajo cooperativo y el fomento de la creatividad al servicio de un bien común.

Como anécdota, decir que algunos partidos políticos, al presenciarse en las redes sociales, recibieron respuesta de algunos ciudadanos y militantes de otros partidos reales, animándoles a seguir adelante y ofreciéndose a participar. La campaña en las redes sociales fue tan realista que generó debate y apoyos fuera del entorno educativo en el que se llevó a cabo.


Una semana antes de las elecciones, cada candidato tuvo oportunidad de exponer su programa en público, a través de una especie de mitin electoral en donde detallaban sus líneas de acción y convencían a los votantes para que les eligieran como propuesta de futuro. Mientras el candidato de cada partido exponía su programa, los miembros del equipo de campaña tuiteaban el mitin en directo y añadían frases cortas de la campaña.





En medio del proceso de campaña, invitamos a Guillermo Fernández Vara, ex presidente del Gobierno de Extremadura, a que viniera a charlar con los alumnos. Durante una hora, los alumnos pudieron oír en primera persona la experiencia de un político, preguntarle dudas y manifestarle sus preocupaciones sobre la realidad actual. El acto lo prepararon los propios alumnos. Una alumna hizo las veces de presentadora del invitado y otra moderó el acto y daba la palabra durante el debate. Previamente se le pidió a cada alumno que trajera un par de preguntas preparadas para hacérselas al invitado.




En este vídeo os facilitamos la grabación completa del encuentro:



Tras el acto, los alumnos debatieron en clase la sesión. 



El proceso final concluyó con el día de las elecciones. Se les pidió a los alumnos que esta vez olvidaran sus afectos hacia su equipo de trabajo y votar en conciencia al partido político o al candidato que creían que mejor representa su idea de lo que debe ser un buen gobierno. Se fabricó una urna y se elaboró un modelo de papeleta con los nombres de los partidos y sus candidatos.





El partido ganador fue el PSDJ, cuyo candidato era Daniel J. Silva. Curiosamente, el PSDJ era el partido más moderado y conciliador. Durante el mitin (véase más arriba), defendió con serenidad el pacto y los acuerdos, y su programa es quizá el más equilibrado.


Y como guinda tocó hacer feedback de la experiencia. En clase pusimos en común lo aprendido. Relacionamos la vida política real con nuestra simulación de partidos y campañas electorales. Valoramos las propuestas expuestas en cada programa político. Igualmente, analizamos el trabajo en equipo: cómo nos hemos coordinado, la efectividad de los roles de equipo, etcétera.

Una experiencia realmente productiva. Dos semanas de trabajo en las que hemos abordado un tema del área que de otra forma no hubiera implicado de forma tan empática y comprometida a todos los alumnos. Me sorprendió positivamente el grado de implicación personal de los alumnos. Uno de los grupos llegó a realizar chapas para promocionar a su partido.

Aprender haciendo, de forma práctica y colaborativa, y compartir lo aprendido.


Método de evaluación:

Una vez establecidos los equipos, cada jefe de campaña debía entregarme primero la relación de roles, para saber qué debe hacer cada miembro del grupo, y cada cierto tiempo el jefe de campaña debía también entregarme documentos, direcciones de redes sociales, fotos y demás elementos de la campaña que habían realizado los integrantes del grupo en función de sus roles. Era necesario llevar un recuento de las acciones y quién las había realizado, así como anotar en una plantilla el día que las hizo. Se les informó previamente de las funciones de cada rol y las tareas que debía realizar en cada parte del proceso.

El retraso y la falta de coordinación se penaliza, así como no cumplir los requisitos que debía cumplir el proceso de campaña (reparto de roles, programa político, presencia en redes sociales, cartelería y mitin). 

El profesor fue durante el proceso un mero observador. La única relación con el equipo se daba a través de los diferentes jefes de campaña, quienes me planteaban las dudas y problemas. Aún así es esencial, aparte de esto, que el profesor observe constantemente la forma de organizarse de cada equipo, anotando no solo lo que cada alumno realiza en función de su rol, sino en relación con otros miembros del equipo.

Los materiales aportados por cada equipo eran proporcionados cada dos días al profesor a través de la plataforma virtual Edmodo, con la que han venido trabajando durante todo el curso.

Dentro de 5 años...



En mis clases de Cultura Audiovisual he introducido a mis alumnos dentro del formato documental a través de una propuesta de temática muy actual. Les propuse que realizaran entrevistas entre ellos y después a amigos y familiares jóvenes alrededor de dos preguntas muy sencillas: 

¿Cómo te ves dentro de 5 años?
¿Cómo ves el mundo dentro de 5 años? 

No les dije nada más. Las respuestas debían ser libres, no coaccionadas previamente. La idea era comprobar la diversidad de estados de ánimo y expectativas sobre el futuro.

Una parte de las grabaciones las realizaron en el instituto; entrevistaron a algunos compañeros y otros alumnos de diferentes cursos. Igualmente, grabaron entrevistas a amigos y familiares con la cámara de sus móviles. Ambos tipos de grabación aparecen en el documental; se puede apreciar las diferentes calidades de sonido e imagen.

Los audios que marcan los cortes en el documental, enumerando datos de la crisis económica, fueron grabados por los alumnos en el aula. Las imágenes que acompañan a los audios las grabaron en los talleres de ciclos formativos del centro. La idea era generar sensación de abandono; por eso era importante que en ninguna imagen hubiera gente alrededor, solo objetos esperando ser utilizados en un futuro.

Dado que el documental se sustenta tan solo en entrevistas, era necesario hacer cortes cada cierto tiempo, a fin de  otorgarle más dinamismo al conjunto. Se intentó que no tuviera una duración larga; de los 15 minutos previstos acabó alargándose hasta unos 23.

El documental puede ser proyectado en clases, por ejemplo, de tutoría o ciencias sociales, para establecer un debate acerca de las expectativas de futuro u opinar sobre la realidad actual.

Libros digitales: se abre la veda




Ya lo anunció hace pocos meses la consejera de Educación y Cultura del Gobierno de Extremadura, Trinidad Nogales. El modelo futurible de integración de las TICs dentro de las aulas extremeñas pasará por la santísima trinidad de pizarra, wifi y tabletas (por ese orden). Los acuerdos con Telefónica  y el maridaje con las editoriales del ramo están pendientes de un calendario que depende de los presupuestos, solo de eso. Puede tardar más o menos, pero el modelo es el que es. Las aulas de Primaria y Secundaria ya están casi todas dotadas de una pizarra digital, decisión que ha sido recibida con entusiasmo por el profesorado (analfabeto digital y no tanto), quienes por un lado se sienten aliviados por no seguir dependiendo del engorro de los portátiles y por otro interpretan la pizarra como un digno sucesor del proyector de diapositivas, solo que más vistoso e interactivo. La pizarra no trae un viraje metodológico; al contrario, se adapta a las mil maravillas al modelo tradicional de exposición audiovisual prediseñada, solo que esta vez permite que el alumno pueda usar el dedo índice y sentirse feliz al comprobar cómo un audio le motiva con un ¡bien, lo has hecho genial! La pizarra ofrece de cara a la galería una imagen de innovación educativa que puede convencer a ingenuos ciudadanos o a docentes que no buscan quebrarse mucho la cabeza y ven en este invento un eficaz prodigio que reduzca su esfuerzo y satisfaga su autoestima profesional. Todos contentos, para qué pedir más, ¿no creen?

Sin embargo, permítanme ser escéptico y pedir un esfuerzo extra a nuestra consejera, a sus asesores y también, por qué no, a mis compañeros docentes. Pongamos en suspensión por un momento nuestro entusiasmo tecnológico y centremos el asunto en cómo enseñar, no en los dispositivos, no en los contenidos. De hecho, ni siquiera en esto último nos hemos puesto a evaluar si son realmente útiles para la práctica docente. Los usamos porque son -permítanme la licencia popular- guais, mantienen al adolescente cautivado con el soporte que adorna el contenido. Sin embargo, encontrarán cientos de docentes, asesores, técnicos, consejeros, vendedores de gadgets, empresas tecnológicas que les recitarán con sonrisa profiden las potencialidades de estos nuevos cachivaches. Ya empieza a haber todo un conglomerado de agentes educativos que viven por y para las TICs (entre los que en parte me incluyo) y que parecen haber sustituido el anterior modelo pedagógico, más centrado en lo procedimental, en el aprendizaje significativo, por toda una religión sobre cómo hay que enseñar, que lleva aparejada al parecer la necesaria presentación de contenidos enlatados (píldoras los llaman ahora) para su degustación en pizarras digitales (y más tarde, en tabletas con wifi). El asesor formativo es hoy un experto en TICs, a menudo sin formación pedagógica, pero con la gracia de tener la moda a su favor, y sin rigor evaluativo de su labor docente. Hoy todos, o la mayoría, somos docentes modernos, digitalizados, y quien más o quien menos aplaude el salto hacia el uso de estos dispositivos, obviando por supuesto si este giro viene acompañado de la solidez de una reflexión sobre la metodología a utilizar. Ni siquiera los CPRs, quienes debieran ser garantes de esta formación, se ocupan de facilitar algo más que el manejo adecuado de los dispositivos que la Consejería previamente ha empotrado en el aula, sin complementos didácticos que lo fundamenten.

Hoy mismo he conocido el aperitivo de la famosa marca Digital-Text, sus recién cocinados libros digitales, en cuya web se puede degustar una primicia de sus materiales. Incluyen un vídeo en el que relatan sus virtudes milagrosas:



Como no me gusta opinar sin ver, los he probado y sinceramente me han decepcionado, incluso en algunos casos se percibe un acabado estético pobre y una interactividad reducida a cliquear y listo, previa lectura de unos temarios sencillos acompañados de imágenes animadas. Poco más. El acabado es similar a los ODIs de Constructor.

Pruebo, por ejemplo, éste:


Y al pinchar se abre esta ventana:


A la derecha tienes unos iconos que te permiten hacer ejercicios relacionados con los temas de la izquierda. Los ejercicios se pueden extraer en pdf e imprimir. Son todos tipo test, elige la respuesta correcta, relaciona términos, etcétera. Perfecto si no deseas complicarte la vida ni contextualizar o establecer niveles de comprensión. Lo mismo que ofrece un libro de texto, pero más vistoso. Los puedes poner en la pizarra y solucionar las tareas en grupo. Los textos explicativos son poco agradables a la vista, sin puntos y aparte ni colores, y con un lenguaje no muy bien adaptado al nivel de comprensión lectora y sin vocabulario auxiliar. Me recuerda mucho a las primeras enciclopedias digitales de Windows.



En de esperar que estos libros digitales mejoren sus servicios y contenidos, pero el formato es el que es, una réplica interactiva del modelo tradicional de presentación de contenidos. La interactividad existe entre el alumno y la tarea digital. No hay trabajo cooperativo ni construcción activa de contenidos. Al docente solo se le exige elegir la tarea, encender la pizarra y listo. El alumno solo debe adecuar la respuesta al grado de atención, asimilación y estudio de contenidos textuales previos. La única innovación está en el soporte; el contenido y su metodología se mantienen intactos.

La píldora digital es el átomo de comprensión al que se ajusta el modelo tecnológico de la Consejería de Educación de Extremadura, y por extensión del resto del territorio nacional. Cualquier amago de reajuste metodológico corre a cargo del libre albedrío, la voluntad y el tiempo extra del docente. La formación tecnológica del profesorado se limita al manejo técnico de dispositivos y herramientas digitales, sin adaptación metodológica ni previsión evaluativa. 

Cuenta de Google para docentes



Los docentes de Extremadura tenemos desde hace poco la posibilidad de abrirnos una cuenta de Google corporativa. Intrigado por esta oferta, la solicité a Francisco López en admin@educarex.es y me llegó en un día. Solo tienes que decirle qué nombre quieres para la cuenta y listo. En mi caso es tuprofesoronline@educarex.es. Como veis, en vez de acabar en gmail.es, acaba en educarex.es

Entras como en cualquier cuenta de Gmail y lo único que cambia respecto a los servicios básicos que ofrece Google es que en la parte superior de Gmail aparece una imagen corporativa y que la capacidad de almacenamiento es de 25 Gb, diez más de lo que ofrece Google a un cliente habitual. Por lo demás, todo es igual. 

No sabemos bien qué proyección posterior quiere dar la Consejería de Educación a este servicio, pero en su configuración inicial no aporta nada a un usuario que ya conozca las potencialidades educativas de Google. Sí puede ser una manera de atraer a docentes legos en esta materia, sin cuenta de Gmail hasta la fecha, que no les importe tener un servicio oficial, anclado a su labor profesional. Al resto de docentes, poco nos aporta (por ahora). Habrá que ver el futuro de este servicio corporativo. Si se reduce a ofrecer lo ya conocido de Google, lo cierto es que, salvo disponer de 10 Gb más de almacenamiento, nada nuevo bajo el sol.

Si no tienes cuenta con Google, te animo a que solicites el servicio. Podrás tener a mano un buen puñado de herramientas educativas y de gestión de información, fáciles de utilizar.